Una gran parte de la humanidad no sabe leer, ni escribir, ni contar. De esta manera estas personas están desprovistas de un patrimonio cultural elemental. Esta deficiencia se puede subsanar solamente con un fuerte movimiento internacional que proporcione tanto los medios para aprender a leer, a escribir y el dominio de las cuatro operaciones aritméticas básicas como la cualificación a las personas en zonas alejadas donde no existe la educación.
Lo que falta en las áreas educativas pobres del planeta, es un deber cultural en los países desarrollados. Sin embargo en nuestras escuelas observamos una presión en un creciente número de alumnos, los que ya no pueden soportar tanta presión en el aprendizaje. Y donde una vez florecieron las escuelas superiores y universidades como sitios libres para la investigación y la enseñanza vemos hoy en día una escuela que no reconocemos.
Tanto en las escuelas públicas como en las escuelas superiores y en las universidades se debe crear un espíritu que dé prioridad al pensamiento independiente, a la capacidad de juzgar, a la capacidad de resolver problemas, así como a trabajar en grupos de proyecto y no dar prioridad al aprendizaje de memoria.
Sin embargo a lo que le debemos dar más prioridad es a la educación ética. Debido a que el futuro de la humanidad depende de ello. La actitud ética y la orientación hacia el Bien Común son los que van a derrocar a todos los poderes de estos grupos que están sumiendo al planeta en la ruina y decadencia .
De esto tenemos los siguientes objetivos fundamentales para el sistema educativo:
- Que todos los pueblos de este mundo tengan acceso a aprender a leer, a escribir y las cuatro operaciones aritméticas básicas.
- Dar prioridad a la educación ética y a la orientación del Bien Común.
- Formentar el pensamiento libre, la capacidad de juzgar, la capacidad para resolver problemas y el trabajo en grupos de proyectos.
La iniciativa por el Bien Común (1012 descargas)
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