En nuestro tiempo la industralización ha llegado a un nivel máximo desconocido. Sin embargo esta industrialización se ha visto impulsada por un sistema económico que antepone las ganancias de los propietarios particulares o accionistas a las del bien común. Los consorcios multinacionales dominan los mercados internacionales. El principio que prevalece es la competencia y no la cooperación. El crecimiento es considerado como un indicador de la economía próspera y no como principio de sostenibilidad y de aprovechamiento conjunto. Si observamos más de cerca el mito del crecimiento descubriremos un manto invisible que incentiva el proceso permanente y continuo de la monopolización. Menos corporaciones multinacionales dominan las áreas de la vida humana lo cual crece cada vez más.
Dando como resultados los siguientes objetivos:
- Descartelización de los grupos multinacionales y tranformación en cooperativas.
- Promover la producción regional y al alcance de los consumidores de productos básicos mediante empresas cooperativas.
El crecimiento de las corporaciones multinacionales a costa de la humanidad entera se siente alentado por un Mercado financiero que hoy está separado en gran parte de lo que se llama economía real. Todos los días aparecen valores irreales en todo el mundo, los cuales son más altos que la oferta de mercancía producida. Estos valores irreales se basan en beneficios de tasas de intereses y otras operaciones financieran que no originan ninguna actividad productiva y estos solo persiguen una finalidad: asegurar a un pequeño grupo de bancos los beneficios de los fondos que resulta de la oscilacion de precios en el mercado y de las operaciones de capital de riesgo (“Private-Equity “). Estas ventajas permiten a grupo pequeño de gente muy rica una vida de lujo y un papel dominante en el mercado mundial a expensas de la gran mayoría de personas en la tierra.
Un pequeño grupo multinacional que actúa como malabarista en los mercados financieros globales manipula la palanca que permite que la riqueza pase sistemáticamente de abajo hacia arriba. Al mismo tiempo las bolsas de valores en las cuales originariamente se negociaban las acciones se han convertido de conformidad a las reglas en casinos y salas de apuestas. Los grandes especuladores que dominan los mercados financieros internacionales nos muestran en la actual crisis del euro que no se avergüenzan de llevar a la quiebra a Estados Europeos enteros con el fin de obtener grandes beneficios para sus bolsillos. El mercado de capitales del presente ha llegado a un grado de hostilidad frente a las necesidades de la comunidad que necesita con urgencia una acción decidida en el sentido del Bien Común.
Todo esto da como resultado las siguientes necesidades obvias:
- Prohibición de todas las actividades de servicios financieros que sobrepasen la disposición de las ofertas de créditos.
- Coordinar todos los esfuerzos para fomentar la creación de bancos cooperativos en el ámbito local, regional y de la industria.
- Derogación del sistema de interés como causa principal de la devaluación e inflación.
Para la producción de una oferta de productos que satisfaga las necesidades de los consumidores, cualquier empresa mediana constitiuda que esté organizada cooperativamente nos puede servir como ejemplo. Solamente este tipo de cooperativas permiten que cada miembro se convierta en propietario de un certificado de participación que lo convertirá en co-propietario. Al contrario de lo que sucede con una acción, este no puede ser vendido, a menos que el propietario del certificado de participación deje la compañía. En este caso será la empresa quien compre este título.
En esta empresa las diferencias salariales entre el personal directivo y administrativo y el personal de producción deben ser mínimas. El fundador de la empresa debe ser visto como el responsable del bienestar de los empleados así como de los intereses de los clientes. La jerarquía de tal cooperativa debe ser plana y el lema debe ser:
¡El equipo es el jefe y el equipo está al servicio del bien común!
Entre las empresas cooperativas de un sector no debe haber ningún tipo de competencia, sino una colaboración basada en el consenso del Bien Común a nivel local, regional, nacional, continental y mundial.
¡Actuar con una perspectiva local y regional pero pensar en una perspectiva global!
Por lo tanto resultan como requisitos básicos:
- La promoción de las medianas empresas con estructura cooperativa
- Introducción de certificados de participación relacionados con la empresa y prohibición de la negociación en la bolsa de valores.
La iniciativa por el Bien Común (1014 descargas)
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